El Hospital Transitorio de Corferias: Un centro de emergencia que no se usó en su Totalidad
El Hospital Transitorio de Corferias fue un centro médico provisional instalado en el recinto ferial de Bogotá durante la pandemia de COVID-19. Estuvo en funcionamiento por un período de cinco meses, entre mayo y septiembre de 2020, con el objetivo de brindar apoyo a la red hospitalaria de la ciudad ante un posible colapso por el aumento de casos.
El hospital contó con 274 camas autorizadas para atender pacientes de mediana y baja complejidad, incluidos casos de COVID-19. Durante su operación, se atendieron 515 pacientes en total, con una ocupación promedio del 45.3% para casos COVID y 40.9% para otras patologías. Estas cifras reflejan que la ciudad logró superar el primer pico de la pandemia sin necesidad de utilizar toda la capacidad instalada en Corferias.
La inversión inicial proyectada para el montaje, adecuación y funcionamiento del hospital transitorio era de 200 mil millones de pesos. Sin embargo, gracias a una planeación rigurosa, solo se ejecutaron 18 mil millones, es decir, apenas el 20% del presupuesto original. Las camas y equipos médicos utilizados fueron en su mayoría donados por el sector hotelero, embajadas y otras entidades.
A pesar de estos resultados, la Contraloría de Bogotá encontró un presunto detrimento patrimonial cercano a los 3.941 millones de pesos durante el funcionamiento del hospital. La concejala Heidy Sánchez denunció irregularidades en la contratación y cuestionó la necesidad de construir un hospital transitorio, argumentando que la ciudad contaba con suficientes recursos hospitalarios.
En resumen, el Hospital Transitorio de Corferias fue una medida de emergencia que, si bien no llegó a utilizarse en su totalidad, permitió a Bogotá prepararse para un posible colapso del sistema de salud durante la pandemia. Sin embargo, las investigaciones de entes de control sobre el manejo de los recursos destinados a este proyecto siguen su curso.
El hospital contó con 274 camas autorizadas para atender pacientes de mediana y baja complejidad, incluidos casos de COVID-19. Durante su operación, se atendieron 515 pacientes en total, con una ocupación promedio del 45.3% para casos COVID y 40.9% para otras patologías. Estas cifras reflejan que la ciudad logró superar el primer pico de la pandemia sin necesidad de utilizar toda la capacidad instalada en Corferias.
La inversión inicial proyectada para el montaje, adecuación y funcionamiento del hospital transitorio era de 200 mil millones de pesos. Sin embargo, gracias a una planeación rigurosa, solo se ejecutaron 18 mil millones, es decir, apenas el 20% del presupuesto original. Las camas y equipos médicos utilizados fueron en su mayoría donados por el sector hotelero, embajadas y otras entidades.
A pesar de estos resultados, la Contraloría de Bogotá encontró un presunto detrimento patrimonial cercano a los 3.941 millones de pesos durante el funcionamiento del hospital. La concejala Heidy Sánchez denunció irregularidades en la contratación y cuestionó la necesidad de construir un hospital transitorio, argumentando que la ciudad contaba con suficientes recursos hospitalarios.
En resumen, el Hospital Transitorio de Corferias fue una medida de emergencia que, si bien no llegó a utilizarse en su totalidad, permitió a Bogotá prepararse para un posible colapso del sistema de salud durante la pandemia. Sin embargo, las investigaciones de entes de control sobre el manejo de los recursos destinados a este proyecto siguen su curso.